jueves, 22 de agosto de 2013

El Estado amaga con inundar el mercado inmobiliario

Defensa hace inventario y lo presenta como una gran operación urbanística. El organismo que gestiona el patrimonio pasa de aportar 300 millones al año a costar dinero al Ministerio. Éstas son las "joyas de la corona" y los principales terrenos en venta.

Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
El proyecto tiene un nombre, y bien largo, y sus autores tras destinar un año a su elaboración han cogido tal familiaridad con el asunto que hasta utilizan sus siglas con soltura: PREPIDEF, Propuesta de Racionalización y utilización Eficiente del Patrimonio Inmobiliario del Ministerio de Defensa. Es importante que la primera letra del acrónimo corresponda a “propuesta”, porque indica que su contenido pertenece al ámbito de lo posible, sus autores proponen hacer algo a los responsables políticos del Ministerio, o Defensa se propone hacer, futuribles a falta de mayor definición y en un mercado inmobiliario colapsado. Al proyecto marco del Estado el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas lo ha llamado Plan de Racionalización del Patrimonio Inmobiliario de la Administración General del Estado, bajo el paraguas de un llamado Programa para la Puesta en Valor de los Activos Inmobiliarios del Estado, esta vez sin acrónimos. Nombres largos, presentaciones solemnes en la rueda de prensa del Consejo de Ministros y contenido escaso.
La realidad y simplificando es que el Gobierno central y el Ministerio de Defensa –propietario de dos tercios del total- han hecho inventario. El resultado es que aparecen 15.135 propiedades enajenables, término para indicar que están en venta, si encuentran comprador, una especie actualmente en peligro de extinción. La actuación próxima y real sobre tan amplio patrimonio es muy reducida.
Hay de todo: locales comerciales, edificios singulares, enormes fincas rústicas, campos de tiro en desuso, polvorines; y lo que más abunda son viviendas, la mayor parte de Defensa, cerca de 7.000. En este caso se aplica la norma aprobada en 1999 de ofrecer la compra en primera opción a sus inquilinos militares a la mitad del precio de mercado, condiciones ajenas al mundo real que incluso así han provocado tradicionalmente las quejas de los beneficiarios. La lógica indica que las viviendas que Defensa no ha logrado colocar en 15 años serán las más complicadas de vender.
Escuela Politécnica del Ejército en la calle Joaquín Costa de Madrid.
El secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, compareció a finales de junio en el Senado y explicó la realidad del programa, bastante más modesto que las grandes cifras de miles de propiedades y ahorros multimillonarios. La ausencia de compradores y de presupuesto público, imprescindible para desarrollar en su comienzo grandes operaciones urbanísticas, humanizan los objetivos y los logros: concentración de unidades, como se ha venido haciendo durante los últimos años, y un pequeño ahorro en funcionamiento. “La misma operatividad y a un coste menor”, dijo.
De este modo Defensa ha identificado una serie de actuaciones a desarrollar entre 2014 y 2017 como primera fase del mencionado PREPIDEF, cuyo detalle se espera que esté acabado a finales de año por la dirección general correspondiente del Ministerio. Para ello se han seguido tres principios: que afecten a poco personal, se puedan hacer rápido y sean baratas.
En síntesis, se van a realizar 49 actuaciones, los traslados, concentración de unidades y obras imprescindibles costarán 40 millones y se espera un ahorro de 15 millones al año. Se pretende cerrar hasta 86 instalaciones, en su mayor parte subdelegaciones de Defensa (traslados, se ahorra en alquileres o mantenimiento y seguridad) y residencias militares de descanso (se cierran Mahón, Algeciras, Jerez y Málaga, nada se dice del resto). Se cierran también tres centros deportivos militares en Palma de Mallorca, Mahón y Ceuta. Se cierra el aeródromo militar de Santiago de Compostela, se firma convenio con la Junta de Andalucía para el Hospital Naval de San Fernando y se cierra el Hospital Naval de Cartagena. Hasta aquí la realidad.
En el aire quedan las grandes cifras del plan, las más ambiciosas que incluso sus responsables no ven viables ni a medio plazo: se han identificado más de 358 instalaciones sin utilidad para Defensa –“consideradas como innecesarias”, en palabras de Argüelles-, el plan liberaría en toda España 6.900 hectáreas de suelo rústico y urbano y de realizarse en su totalidad implicaría una inversión pública de 850 millones de euros para conseguir unos ahorros de 50 millones de euros año.
Nada se dice ni se difunden estimaciones de ingresos por venta de inmuebles o propiedades. Aunque la realidad es que este gran conjunto de propiedades está en venta. Y nadie sabe lo que haría Defensa ante un comprador interesado, o hasta donde podría llegar la puja a la baja.
Fuentes especializadas del propio Ministerio de Defensa consultadas por Estrella Digital indican que desde el punto de vista urbanístico el plan es un tremendo error: por el riesgo cierto de malvender valioso patrimonio del Estado, por debajo de su valor; y una segunda crítica se centra en la mala estrategia de sacar todo el patrimonio a la luz conjuntamente, inundar el mercado de oferta, lo que coloca a Defensa en una clara posición de debilidad frente a un hipotético comprador.
A continuación, algunos asuntos que merecen un foco propio:
Manzana completa en venta junto a El Corte Inglés de
Nuevos Ministerios en Madrid.
Invied: el organismo dependiente de Defensa encargado de la gestión de su patrimonio ha pasado de aportar a las cuentas del Ministerio alrededor de 300 millones de euros anuales a costarle dinero. Con fondos procedentes de la venta de patrimonio de Defensa se han pagado en las dos últimas décadas programas de armamento y también obras de infraestructura, como la base de telecomunicaciones de Naciones Unidas en Quart de Poblet (Valencia) –inaugurado en 2011- o el nuevo Centro Militar de Farmacia de la Defensa en Colmenar Viejo (Madrid) –en construcción-.
Campos de tiro: en el apartado de inmuebles rústicos, las propiedades que destacan por su extensión y reparto por toda España son los campos de tiro y maniobras que encontramos a la venta en Toro (Zamora), Paterna (Valencia), Ontígola (Toledo), Santiago (La Coruña), Quart (Gerona); además de ventas también en pequeños aeródromos en Calamocha (Teruel), alguna parcela en Marratxí (Baleares); polvorines en Puerto de Santa María (Cádiz), Culleredo (La Coruña) y Salamanca; baterías de costa o enormes instalaciones militares en Badajoz y Lorca; más muchas otras propiedades rústicas en Cádiz y Galicia.
Campamento: ni una sola mención a este proyecto en el documento del patrimonio de Defensa. La causa puede estar en que una sentencia del Tribunal Supremo anuló el pasado 2012 el planeamiento urbanístico de medio Madrid, incluido el de la Operación Campamento que sirvió de base a los acuerdos a tres bandas entre Defensa, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid firmados a partir de 2005. El único movimiento del Gobierno en relación con Campamento se produjo el 17 de mayo, cuando el Consejo de Ministros autorizó al Ministerio de Defensa a recuperar la superficie equivalente al 75 por ciento de las fincas registrales previamente transmitidas al Ministerio de Fomento –Sepes- en octubre de 2011 por 150 millones de euros. El Ayuntamiento de Madrid anunció para este mes de agosto la subsanación de los planes urbanísticos anulados por el Supremo.
Retamares: el recinto localizado al oeste de Madrid, cerca del futuro Eurovegas, que alberga hasta diciembre un Cuartel General de la OTAN, seguirá en uso. La Alianza ha decidido prescindir de unas instalaciones operativas desde 1999 en un plan de reducción de estructura, una decisión que en otros tiempos hubiera sido interpretada como reflejo de un menor peso de España en la OTAN, aunque en plena crisis se entiende mejor. El recinto albergará unidades y organismos ahora dispersos por Madrid, como el CIFAS (inteligencia militar); otros nuevos como el Mando de Ciberdefensa, probablemente relacionado con el anterior; y el Mando de Operaciones actualmente en la calle Vitrubio.
Joyas en almoneda: en Madrid el Ministerio de Defensa cuenta con auténticas joyas inmobiliarias dignas de un Ministerio de Exteriores en busca de sede (que ya ha decidido irse a la antigua manzana del INI de donde salió por enfermedad del edificio) o de alguna cadena de grandes almacenes con el logo verde y triangular, joyas ubicadas en las calles Joaquín Costa, Raimundo Fernández Villaverde o Princesa. El plan actual es desalojar, reubicar a los pocos empleados públicos que infrautilizan gigantescas instalaciones en el centro de Madrid y vender cuando se pueda. La venta de todas o alguna de estas propiedades no resolvería el problema financiero del Ministerio con los programas especiales de armamento.
Tras el anuncio del inventario PREPIDEF se han producido un rosario de reclamaciones, peticiones de información desde entidades locales, rectificaciones del Ministerio, que inducen a pensar que el trabajo se ha hecho sin contacto con los territorios afectados.
En este sentido el Grupo Parlamentario Socialista presentó el 18 de julio una proposición no de ley en la que se insta al Gobierno “a paralizar de forma urgente e inmediata el Plan, iniciando el diálogo con los grupos parlamentarios, ayuntamientos y comunidades autónomas afectadas con el fin de compaginar la racionalización del patrimonio inmobiliario de Defensa con las necesidades y el desarrollo de los lugares donde se ubica”.
“Es intolerable que se pretenda subastar al mejor postor y malvender el patrimonio del Ministerio de Defensa”, ha señalado el portavoz adjunto de Defensa, Luis Tudanca.
“Los planes del Ministerio han generado un enorme malestar en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas y cambia la política de gestión de las propiedades de Defensa que se ha mantenido durante los últimos años, con la que se buscaba un uso social para los bienes desafectados del uso de la Defensa a través, por ejemplo, de su cesión a otras administraciones o la construcción de viviendas de protección oficial”, concluyó Tudanca.

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martes, 6 de agosto de 2013

Cuando despertaron, los catalanes, Hezbolá y los Hermanos Musulmanes aún estaban allí

La ciencia ficción inventa una realidad futura o un escenario distinto sobre los que normalmente operan sentimientos y comportamientos muy actuales. Por ejemplo, imaginemos que aviones sin piloto y sin guía directa puedan aterrizar autónomamente sobre un portaviones. Un inconveniente de la ciencia ficción es que se ve superada fácilmente; lo anterior ocurrió la semana pasada y era ciencia ficción hace un mes. La Armada de EE.UU. ha destinado 1.400 millones de dólares a convertir la ficción en realidad.
Aparte de inventársela, otra forma de escapar de la realidad es simplificarla eliminando lo que nos estorba, por ejemplo los catalanes independentistas, los musulmanes egipcios hermanados o los libaneses shiíes seguidores de Hezbolá.
"Yo confío en España", lema publicitario del centro
comercial Gran Plaza 2 en Majadahonda (Madrid).
El adjunto al alto comisionado para la Marca España, embajador de España sin embajada, tuiteó tras escuchar pitos al himno en la inauguración de los campeonatos mundiales de natación: “Catalanes de mierda, no se merecen nada”. Claramente la mercantilización del sentimiento nacional no está funcionando, sea Marca España o la Ley de unidad de mercado, no están consiguiendo modernizar el nacionalismo español. El caso es que al señor embajador y vicealto comisionado de la Marca España, exrepresentante de España en Líbano y exresponsable de Protocolo en Moncloa, le sobran siete millones y medio de catalanes que deberían formar parte de la España de la marca que promocionan.
Otro ejemplo lo hemos vivido en Egipto, donde la presidencia y el Gobierno de los Hermanos Musulmanes ha sido suprimido de un plumazo, mejor dicho, de un golpe de Estado militar de los de toda la vida, de manual. No gustaban. Aquí hemos asistido al intento –fallido- de crear el golpe de Estado democrático, hasta el ministro de Asuntos Exteriores de EE.UU. acaba de decir que los militares han intervenido en Egipto para traer la democracia. No ha colado. Nada creíble ni legítimo sucederá en Egipto si no se cuenta con la hermandad. A mayor represión, mayor radicalización.
Y el tercer caso es que la Unión Europea acaba de incluir a Hezbolá en su listado de organizaciones terroristas, en su rama militar, que no la política, un matiz que nadie ha entendido.  
Estos listados, como las barajas de enemigos, surgieron tras el 11-S, y con buen criterio la UE no entró al juego ni hizo su propia baraja durante 12 años, hasta ahora. Se insiste en que Hezbolá recibe apoyo iraní (todas las facciones libanesas, todas, tienen apoyo exterior, la injerencia extranjera en Líbano tiene al menos 180 años de vida), que por miles andan por Siria apoyando al dictador Al Asad (no parece que puedan aportar militarmente gran cosa).
Los Hermanos Musulmanes, Hezbolá y también Hamás son movimientos principalmente nacionalistas, islámicos y nacionalistas, actores políticos y sociales de primer orden en un territorio del que forman parte, con un respaldo ciudadano importantísimo, consecuencia del fracaso de otras opciones políticas más o menos laicas durante las últimas décadas, todas autoritarias, todas militares, todas tratando de buscar legitimidad social en otro conservadurismo religioso. Antiguas y actuales potencias coloniales tienen su cuota de participación en dicho fracaso, la otra parte es autóctona. El brochazo de identificarlas como terroristas es una muestra de incapacidad política.
En la interpretación que nos hacemos de la realidad aparecen ahora liberadas dos cooperantes españolas secuestradas en Kenia durante 700 días, y nadie nos cuenta las circunstancias del secuestro ni las gestiones realizadas para su liberación, en claro contraste con otros secuestros de tiempos recientes, relacionados o no con las latillas de atún.
Y una última referencia se la merece por derecho propio que el consejo de ministros haya aprobado un crédito extraordinario de 877 millones de euros para financiar programas de armamento. Por favor, a cambiar todo el mundo las presentaciones de power point, sus gráficos y porcentajes de gasto en Defensa, que un viernes de julio el presupuesto del Ministerio se ha incrementado un 15%. La decisión, que supone 145 mil millones de aquellas pesetas, no ha merecido ni una nota de prensa de Moncloa, Hacienda o Defensa; y el crédito ha compartido Real Decreto con ayudas al vehículo eficiente y al Servicio Público de Empleo.
Fin: han pasado unos 140 días desde que conocimos por El País que militares españoles torturaron en Irak. Esas personas o siguen dentro de las Fuerzas Armadas o andan tranquilamente por la calle. Los tiempos políticos, los de la responsabilidad y los de la reputación, nada tienen que ver con los judiciales.
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Cuando despertaron el embajador Juan Carlos Gafo, el general Abd al Fatah al Sisi, el ministro John Kerry y la vicepresidenta Catherine Ashton, los catalanes, los Hermanos Musulmanes y Hezbolá todavía estaban allí.

Disculpa, Monterroso, por manosear la frase hasta el infinito.

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