martes, 14 de enero de 2014

Felipe González: "En los momentos de crisis galopan los nacionalismos"

El expresidente se muestra decepcionado e impaciente ante la respuesta de Europa a la crisis
Carlos Penedo - Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.

Felipe González (Foto: ED / GTRES).
“Europa es la única solución, pero no estamos dando los pasos necesarios”. El expresidente del Gobierno Felipe González contempla impaciente la actuación de la Unión Europea ante la crisis económica durante el último lustro, que en su opinión “ha actuado poco, tarde y mal”. El futuro no lo ve más halagüeño, por la falta de voluntad política, por la ausencia de medidas que impulsen el crecimiento, por las reacciones nacionalistas: “El peligro de Europa es que están estallando por todas partes los nacionalismo irredentos”.
Para González resulta imprescindible que la UE impulse políticas que incentiven el crecimiento económico, única forma de afrontar el elevado volumen de deuda y la creación de empleo.
Un millar de personas pudieron escuchar anoche estas opiniones del expresidente (la mitad de ellas compartió auditorio con los ponentes, la otra mitad a través de pantallas) en el marco de un debate sobre el futuro de Europa celebrado en la sede madrileña de CaixaForum, acto que cerró un ciclo de ocho jornadas sobre Europa organizado por la Fundación Ernest Lluch. Acompañaron a González la actual portavoz del Consejo de la Unión Europea, Cristina Gallach, que ha sido mano derecha del también español Javier Solana –que estaba entre el público- en sus etapas como secretario general de la OTAN y como responsable de política exterior de la UE; y el periodista Xavier Vidal-Folch.
Tras las palabras de González sobre la UE se adivina la experiencia no sólo de haber protagonizado durante su mandato un impulso histórico a la construcción europea –junto con otros políticos como Delors, Mitterrand o Kohl-, sino también por haber presidido en el periodo 2008-2010 un grupo de reflexión de doce expertos que elaboraron el informe “Proyecto Europa 2030”.
Con ironía, González expresó anoche sus dudas de que muchos jefes de Estado y de Gobierno llegaran a leerse ni el resumen ejecutivo del informe que le encargaron, aunque en su texto dice que se encontraban muchas recomendaciones que hoy sigue defendiendo y que también se fijaron en la denominada agenda de Lisboa, un programa de crecimiento aprobado por la UE en el año 2000, incumplido en sus principales objetivos y al que finalmente se le dio carpetazo “con un entierro de tercera”. La presentación del informe coordinado en 2010 por Felipe González coincidió con algunas de las mayores crisis de los últimos años –hipotecas basura, finanzas griegas, la bancarrota del banco Lehman Brothers- y la reacción proteccionista de la mayor parte de los Estados. Algunos de los principales errores apuntados se dirigen hacia la ausencia de una convergencia de políticas económicas y fiscales que hubieran acompañado a la moneda única.
Jardín vertical a las puertas de CaixaForum,
en el Paseo del Prado de Madrid (Foto: PND).
El expresidente reconoce una doble impaciencia, vital –“no podemos esperar 25 años a que exista un verdadero Banco Central Europeo”- y sobre todo política, que le lleva a recomendar que Europa aprenda de los errores cometidos –“la crisis griega ha costado mucho más que si se hubiera actuado a tiempo”- y también de lo que han hecho otros. En varios momentos del acto recordó la decisión de la Reserva Federal de EE.UU. de no rebajar sus medidas de impulso al crecimiento –inyección de dólares en la economía, compra de deuda, tipos bajos- mientras el paro no baje del 6,5%, cuando en España supera el 25%.
González se mostró especialmente crítico, sin citarlos por su nombre, con los actuales dirigentes políticos de los distintos países y de la UE: “los líderes europeos han dejado de compartir el modelo de economía social de mercado capaz de competir en el mundo manteniendo la cohesión social”. En su opinión, además, existe una divergencia entre la ciudadanía y sus dirigentes, ya que afirma que “las opiniones públicas europeas están mucho más próximas que los jefes de Estado y de Gobierno entre sí, la distancia es mucho menor”.
“Domina cierto pensamiento burocrático –dice González- que trata al enfermo para que no se muera”, pero que peca de falta de ambición y perspectivas: “Estamos tocando fondo en la crisis, pero no veo una política europea para la recuperación”.
El expresidente señaló también algunas paradojas de las decisiones tomadas en los últimos años. Por ejemplo, recordó que España era “el mejor alumno del pacto de estabilidad cuando empezó la crisis”, las cuentas públicas se cerraban con superávit y la deuda pública en el 35% del PIB (actualmente supera el 90%), indicadores en muchos casos mejor que los de Alemania, pero –se pregunta- “¿de qué valió eso?”.
También apuntó a la extraña situación –“para avergonzarse”- que llevó a la Unión Europea, con un PIB per cápita de 33.000 dólares, a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional y más o menos directamente a países como Brasil o China a quienes triplica en renta por habitante.
Una tercera paradoja recordada por González es que, según afirmó, Italia y España juntas han aportado más fondos para el rescate de la economía griega que la propia Alemania.
Foto realizada por el autor del texto con una tableta, a distancia,
desenfocada y con escasa luz. Parece una acuarela.
En algún momento del acto los tres ponentes hicieron alguna referencia a las elecciones europeas del próximo mes de mayo, que formarán el Parlamento Europeo con mayor capacidad de actuación de su historia. Sobre los numerosos movimientos xenófobos y antieuropeos que proliferan en muchos países, Felipe González recordó que “estar en contra de algo no requiere explicación, y un principio básico de la política es que el que se tiene que explicar está perdido”. Con todo, el expresidente compartió con los presentes que “me encantaría que hubiera una movilización ciudadana potente” de cara a las próximas elecciones.
Tanto la portavoz del Consejo de la UE como el periodista Vidal-Folch trataron de destacar en mayor medida que González los avances producidos en la Unión Europea. El espíritu del acto y probablemente del momento actual en la construcción europea quedó sintetizado en una frase de Cristina Gallach: “hemos salvado el euro, ahora toca salvar a los ciudadanos”.

Sugerencias

  • Proyecto Europa 2030, coordinado por Felipe González como presidente del grupo de reflexión sobre el futuro de Europa. El informe se presentó en junio de 2010.

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